El Municipio de Torreón cuenta con poco más de 10 meses para cumplir con las nuevas determinaciones de la Norma Oficial Mexicana 127 de la Secretaría de Salud, esto en materia de agua para consumo humano y que establece que, el valor máximo permisible de arsénico ahora será de 0.010 miligramos por litro.
Se trata de un reto que, según estimaciones de las propias autoridades municipales, supondrá no solamente inversiones millonarias, sino una coordinación especial con las autoridades federales, toda vez que al menos el 75 por ciento de los pozos de agua disponibles en Torreón se encuentran operando fuera de ese nuevo parámetro.
Fue el gerente general de Simas Torreón, Lauro Villarreal, quien admitió que se siguen analizando ideas y proyectos para poder cumplir con esa normativa, mencionó que de forma preliminar se han analizado proyectos de instalación de filtros en cada uno de los pozos, de filtros en cada toma domiciliaria, así como de otras alternativas de mayor complejidad y que de forma necesaria tendrían que tener el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), algo que ya se gestiona desde hace varias semanas.
“Estamos recibiendo propuestas, filtros particulares, filtros a la salida del pozo, algunos mecanismos muy modernos, pero no hemos tomado ninguna determinación, tenemos todavía un año, hasta mayo del 2023, para tomar una decisión”.
¿De Conagua han recibido alguna señal de apoyo en este sentido?
“Estamos en pláticas con ellos, hay programas para eso, ellos están conscientes de que es un problema muy serio el ‘hidroarsenisicmo’ aquí en la región, y bueno, estamos en pláticas, no hay ninguna determinación”, señaló Villarreal.
Cabe recordar que en México, la norma permitía hasta 0.025 miligramos de arsénico por litro de agua, pero la nueva disposición atiende a la recomendación que durante décadas ha hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) en temas de consumo humano de agua.
Para las ciudades con 500 mil habitantes o más, como es el caso de Torreón, la norma deberá aplicarse en un lapso de poco más de 10 meses; se otorga un plazo de tres años para las que tienen menos de 500 mil y hasta 50 mil personas, como Gómez Palacio y Lerdo; y serían seis años para las zonas con menos de 50 mil habitantes, como Viesca y Tlahualilo, que en La Laguna son las áreas con mayor afectación en cuanto al arsénico.
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